Hugo Sotil y Bernardo Batievsky
"Cholo" Hugo Sotil - imagen de la colección Mundialistas de El Comercio
Afiche original y el guion de la película que perteneció al futbolista.
El relanzado soundtrack del filme en vinilo se vende en Puna (Barranco)
Arcadia Mediática y Discos Eternos (Miraflores)
La película nació de un infarto. A inicios de los 70, Bernardo Batievsky, el futuro fundador del Canal 2 y entonces propietario de la empresa de ómnibuses San Miguel, tuvo un ataque cardíaco del cual emergió renacido. Sentir de cerca el aliento de la muerte lo había convencido de que la vida solo valía si se hacía lo que a uno le gustaba. Y a él lo que le gustaba, desde que era un distraído alumno de Ingeniería, era el cine. Así se compró cámaras, luces y con el entusiasmo de quien empieza a vivir su sueño comenzó a redactar el guion de una película sobre un provinciano sumido en la desorientación vocacional, cuyo talento para la pelota solo rivalizaba con su habilidad para sabotearse a sí mismo. La estampa de un país complejo simbolizada en un único individuo.
Batievsky llamó a su historia 'Cholo', porque tendría como marco la marginación de millones de peruanos en las urbes y por su protagonista: Hugo el ‘Cholo’ Sotil. El futbolista era un ídolo local y se esperaba que la cinta consolidara su estrella en otros formatos. El único problema era que a Sotil no había quién lo hiciera actuar.
Sus tomas se repetían sin remedio porque el crack no memorizaba sus líneas o las decía sin intención dramática. Se ha dicho que Batievsky tenía al jugador iqueño amarrado a un hilo, del cual jalaba para que no se salga del encuadre. Es curioso también que el cineasta acudiera al rodaje con sus médicos, a los que llegó a usar como extras.
Cuando llegó el estreno, un 18 de mayo de 1972, las críticas fueron demoledoras. Se centraron en sus problemas narrativos y en la nula capacidad histriónica de Sotil. “En mi familia se decía que mi abuelo retiró 'Cholo' de los cines a la semana, porque no se sintió entendido. La gente pensó que encontraría una historia emocionante sobre fútbol y no fue así”, recuerda, por teléfono, la nieta de Batievsky, la también cineasta Andrea Franco, que vive en Estados Unidos.
En 2012, Franco presentó un documental sobre su abuelo y la filmación de las películas 'Cholo' y 'Espejismo', esta última de Armando Robles Godoy, pero producida por su pariente, que tuvo mucha mejor acogida. “Lo que descubrí, revisando documentos, es que Espejismo puede entenderse como una precuela de 'Cholo'. Mi abuelo escribió la premisa, sobre un niño de Ica al que vemos jugar fútbol, al inicio. En el primer borrador, que yo he visto, el niño se llama Hugo. Ya cuando entró Armando, la historia cambió y el personaje pasó a ser Hernán”.
Colmena musical
Al ser una reflexión sobre lo mestizo, el director escogió a la jovencísima agrupación peruana El Polen, pionera de la fusión con folklore, para la banda de sonido. “Fuimos a casa de Batievsky, por el parque Roosevelt, recuerdo, para que nos escuchara. Nosotros éramos unos hippies entonces, le tocamos algunos temas y desde el inicio nos dijo ‘esto es lo que quiero’. Una música chola”, anota Juan Luis Pereira, director del conjunto.
El Comercio destacaría, en su crítica negativa del 28 de mayo de 1972, el buen desempeño de El Polen en el apartado sonoro. Las canciones formaban parte del repertorio habitual del grupo y se grabaron en el estudio El Virrey junto al maestro de la quena Alejandro Vivanco. “Nosotros conocimos a Sotil, para una sesión de fotos, pero no hablamos mucho con él. Era un poco cerrado y parecía que veníamos de mundos distintos”, recuerda Pereira. La banda sonora de "Cholo" ha sido relanzada en formato vinilo, por primera vez desde 1972, por la disquera local Buh Records, y ya se puede encontrar en algunas tiendas de música de Lima.
Ver 'Cholo' hoy día es difícil. La cinta se encuentra en YouTube, pero en una calidad que resulta dolorosa al ojo. Andrea Franco tiene en marcha ya el proyecto de restauración de esta cinta y de Espejismo, cuyos negativos halló en los archivos de Technicolor, en Los Ángeles. Sería la primera copia en calidad original que se haya visto en décadas y el primer paso, dice, para lograr la soñada cinemateca que este país necesita.
FUENTE Y FOTOS: EL COMERCIO