19 octubre 2017

Jose Vásquez Peña presenta en Lima: PALMA, FORJADOR DE LA IDENTIDAD CULTURAL IQUEÑA


Palma,  forjador  de la identidad  cultural  iqueña

Por    José Carlos Vásquez Peña



1.     Prolegómeno sobre  identidad e identidad cultural.

Pertenencia. ¿Difícil cuestión en el plano creativo? Aquél sentimiento  de arraigo telúrico que aflora, a manera de estigma, en el habitante de un lugar o para ir entrando en materia,  en la obra de un escritor, condensa su identificación con el terruño. Orientación que es trasmitida a sus lectores, generando por efecto multiplicador eficaz un desarrollo de ese sentimiento
Esta fenómeno sólo es explicable si acudimos a un enfoque identitario.
Concebimos la identidad como un sentido de pertenencia que nos liga a colectivos; y asimismo, nos permite asumir la diferenciación de otros. Es, en síntesis, la expresión pragmática de la oposición unidad/otredad, tan común, pero tan difícil de entender. Recuerdo que cierta vez leí la siguiente frase de Octavio Paz: Sin otredad no hay unidad. Y más la otredad es la manifestación de la unidad, la manera en que esta se despliega [5] Y comprendí que el uno y el otro están inmersos  en un sistema relacional, que se denomina identidad cultural, formada por un conjunto de valores, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elementos dentro de un grupo social. La interrelación establecida genera un sentimiento de pertenencia que nos orienta a calificarnos y decir:  soy peruano o en menor amplitud, soy iqueño. Es decir, se produce ese acto de compartir un pasado y un proyecto de futuro, nos identifica y nos hace partícipes de la historia, la cultura, las formas de vida, los usos, las costumbres de un determinado lugar.
Es claro, al respecto, Will Kymlicka, cuando plantea: la identidad cultural proporciona un anclaje para la auto identificación [de las personas] y la seguridad de una pertenencia estable sin tener que realizar ningún esfuerzo. [6]
Nuestro ensayo  plantea cómo, a través de las Tradiciones Peruanas, se ha ido gestando, dentro del sentimiento de peruanidad, la identidad cultural iqueña. Aseveramos que ésta se encuentra aún en proceso de fortalecimiento; sin embargo, hemos rastreado el efecto producido y validamos la gran influencia ejercida por la obra palmista en este propósito.

2.      Las tradiciones forjan el carácter identitario de la comunidad.

Si nos atenemos a la referencia histórica siguiente: Don Ricardo Palma, escribió sus primeras tradiciones peruanas entre 1879 y 1879  [7] y  al hecho que su lectura se generalizó, desde ese entonces y durante todo el siglo XX en la escuela pública del Perú, tenemos que aceptar que el proceso de forja de peruanidad fue in crescendo a la par de la aparición de  un sentimiento de menor envergadura en cada lugar sobre cuyas situaciones (históricas, costumbristas, etc.) escribió Palma.
En lo atañente a la construcción de este sentimiento en Ica, que calificamos como iqueñidad, desprendido -como queda establecido- de la percepción general de peruanidad, se gestó en los siguientes niveles:

2.1. La forja escolarizada de la iqueñidad
A partir de la lectura de las Tradiciones Peruanas, en las escuelas iqueñas, que gradualmente concienció a los alumnos, futuros profesionales, entregándoles conocimientos históricos, costumbres, idiosincrasia, de nuestro colectivo social. 
Ejemplo: Cuando se lee la tradición: La Achirana del Inca, nos invade una rara sensación de familiaridad, a pesar que el espacio narrativo está referido a otro tiempo: al momento en que llegaron los incas por estas tierras. Leamos:

 En 1412, el Inca Pachacutec, acompañado de su hijo el príncipe imperial Yupanqui y su hermano Capac Yupanqui, emprendió la conquista del valle de Ica, cuyos habitantes, si bien de índole pacífica, no carecían de esfuerzo y elementos para la guerra. Comprendiéndolo así el sagaz monarca, y antes de recurrir a las armas propuso a los iqueños que se sometieran a su paternal gobierno. Aviniéronse  estos de buen grado y el inca y sus cuarenta mil guerreros fueron cordial espléndidamente recibidos por los naturales. [8]

Esta tradición evidencia un momento crucial de la historia de Ica: la llegada de los incas. Refleja la calidad humana con que asumieron nuestros antepasados ese acontecimiento, pero nos ilustra, también, sobre la historia y costumbres de Ica, sus carencias, verbigracia: la escasez de agua y la forma como, según la tradición, se resolvió. Denota igualmente que los iqueños de esa remota época no carecían de esfuerzo y elementos para la guerra, sin embargo supieron privilegiar el diálogo frente a la violencia. En ese sentido, Palma entrega un mensaje de paz que no siempre acompañó a los iqueños que en épicas jornadas como en las etapas históricas de: la guerra de la independencia y la guerra con Chile, sacaron a relucir la valentía y su espíritu contestatario y de oposición a la invasión.
La  lectura permanente de las tradiciones en los colegios, durante todo el siglo XX y la parte del siglo XXI que llevamos recorrido, ha generado un sentimiento de apego a la tierra. Esto se comprenderá mejor si revisamos el plan lector de la Región y comprobamos que las tradiciones palmistas, sobre todo la comentada, se encuentran en él.  
A través del tiempo se ha ido formando conciencia sobre la necesidad de fortalecer la identidad iqueña, viéndose en la actualidad resultados pragmáticos, como el siguiente: El distrito de Pachacutec, fundado en 1964, ha remodelado su plaza de armas, en marzo del 2013, convirtiéndola en un parque temático en el cual se grafica la tradición: La Achirana del Inca,
Lo mismo sucede con otras tradiciones que sobre Ica escribiera Palma. Las brujas de Ica, la  segunda más consultada de las once escritas, le ha dado a nuestra tierra un atractivo turístico más, por ese aire de misterio que le imprimió Palma a ese lugar. Notamos ese rasgo enigmático en el siguiente párrafo de esa tradición:

En cuanto a Ica, consta en uno de los números de El Imparcial, periódico que en 1873 se publicaba en esa ciudad, que una pobre mujer de Pueblo Nuevo fue atada a un árbol por un hombre, el que le aplicó una terrible azotaina en castigo de haberlo maleficiado. Cosa idéntica se había realizado en 1860 con Jesús Valle, negra octogenaria y esclava de los antiguos marqueses de Campoameno, a la que costó gran trabajo impedir que los peones de una hacienda la convirtieran en tostón.[9]

El caserío de Cachiche, ha alcanzado a través de los años un notable desarrollo, no obstante se mantiene en el imaginario popular de los habitantes y de los turistas, esa atracción por lo sobrenatural, tanto así que desde hace algunos años, al ingreso de este lugar, incrustada en una rama de un copioso huarango, existe una escultura hecha por el escultor iqueño, Luis Peña y Peña (+) que se ha convertido en el sitio más visitados y allí encontramos a los niños guías del lugar que precisamente narran las situaciones mágicas del lugar, con bastante sobriedad, acudiendo a la tradición: Las Brujas de Ica.
Una referencia más, desprendida del párrafo citado. Se menciona allí a los marqueses de Campoameno  de quienes se dice más en la tradición: El que más vale no vale tanto como Valle vale.

Era don Alonso Gonzalez del Valle no solo notable por su título y fortuna, sino también por su talento. Dice la tradición que escribió muy buenos versos y que, como abogado lució sus dotes.[10]  

La casona del Marques de Campoameno está ubicada en el centro de la ciudad de Ica, esquinas de las Calles Lima y Cajamarca, en la misma Plaza de Armas. La menciono porque en expresión del sentimiento de iqueñidad, en la actualidad, viene siendo restaurada, así como se mantiene conservado el frontis de otra casona colonial, que se menciona en la tradición que hemos citado.

El que más vale no vale tanto como Valle vale (…) Tal era el mote que en su escudo de armas lucía el señor don Alonso Gonzales del Valle, primer marqués de Campoameno y el más acaudalado de Ica, sin excluir ni al señor de Apezteguía, primer marqués de  Torrehermosa.[11]

Esa antigua casona, ubicada en la Plaza de Armas,  sirve hoy de sede del Banco Continental, conservándose sólo el frontis del mismo de rasgos arquitectónicos coloniales.
Lo expresado, hasta aquí, demuestra cómo en el tiempo la obra de palma ha ido cincelando en el iqueño un sentimiento de arraigo.
Ampliamos el sustento de nuestra tesis, acudiendo a lo señalado por el poeta Manuel Pantigoso, sobre la importancia de la obra de palma, en su discurso de incorporación al Instituto Ricardo Palma 1998-1999.

Por eso es capaz de revalorar la esencia de una continuidad en el tiempo, eterno y sintético. Al mirarnos en esa obra, en esa poesía, en esas tradiciones, tenemos una mejor conciencia de nuestra esencial peruanidad. A cuya sentencia, dice Cabel: Yo agregaría de nuestra esencial iqueñidad. [12]

2.2. La continuidad de la herencia palmista 

Palma, abordó desde el inicio de su obra de tradicionista, el propósito de formar peruanidad. En esa perspectiva es el principio y el mayor sustento de una iqueñidad que ya se respira en nuestro medio, aunque con relativa debilidad en la ciudadanía, pero con gran fortaleza en el plano cultural iqueño, como quedará evidenciado líneas abajo.
Incuestionablemente existe un hilo conductor entre las tradiciones palmistas, en lo pertinente a la construcción de iqueñidad, y los artistas iqueños que, a través de sus obras, han apostado por este propósito.
Hagamos un breve recuento de obras y autores  que, conscientes de la necesidad de reforzar esa tarea, y al haber sido tocados por el espíritu palmista  de  desarrollar el sentimiento de pertenencia a nuestra tierra,  se han entregado a la continuación insoslayable de este quehacer.
Mencionamos los principales hitos.

2.2.1. El Rastro palmista en Valdelomar

Abraham Valdelomar (1888-1919), nace cincuenta y cinco años  después de Ricardo Palma (1833 1919), de suerte que la influencia palmista, en lo tocante a la peruanidad, se tradujo en el acendrado amor que le tenía el Conde de Lemos a su tierra. Imbuido por ese sentimiento dice en uno de sus discursos que ofreció en el Teatro Piccone:

Nada podía ser más grato a mi espíritu, al presentarme en esta tierra de mi nacimiento, a este paraíso de mi infancia, a este poema evocador de mi juventud, a esta realidad dulce de mi vida, a este espíritu de mi arte que es Ica, [13]

Si se revisa sus discursos se encontrará que en gran parte de ellos trasunta ese sentimiento. Enfatizamos: Valdelomar es uno de los grandes jalones en la gesta de iqueñidad.  Agregamos a ello que dentro de sus proyectos truncos existía la creación de una revista con el nombre de Patria. En la praxis con sus viajes por el territorio peruano, demostró que era un convencido de generar peruanidad.  
En sus obras, se aprecia iqueñidad, esencialmente,  en su novela corta: Yerba Santa y en su obra teatral Verdolaga. De otro lado, afirmamos, que en casi toda su obra narrativa está presente el sentimiento terrígeno.

2.2.2. Juan Donaire Vizarreta, Venero de iqueñidad.
Lo hemos sostenido en otros ensayos, el principal manantial del que fluye nuestro sentimiento de iqueñidad, se halla en la obra del tradicionista iqueño: Juan Donaire Vizarreta. Tanto en Campiña Iqueña, Aspectos folklóricos (1941) como en Leyendas y Tradiciones Iqueñas (1985) se trasluce el propósito, siguiendo a Palma en su apostolado de peruanidad, en su empresa de forjar la identidad cultural iqueña.

2.2.3.  Las tradiciones urbanas de Gilberto Vásquez Angulo.

En el breve pero valioso texto: Las pampas de Hanan y Santa Ana, [14]   hallamos un conjunto de tradiciones que reflejan la vida de Ica. En lo que se refiere a la Pampa de Hanan, en su época coloniaL. Anotamos sólo los títulos: La viuda. Carretón de Ánimas. Aparición del diablo. Padre salía a la pampa, Y en lo concerniente a la Pampa de Santa Ana, las tradiciones aluden a las primeras décadas del siglo XX. Citamos las siguientes: Jaranas de ocho días. La Petacú durmió acompañando un muerto. La suerte china. Baños en el río. Plaza de la estación.
Pampas de Hanan y Santa Ana, eran los nombres en el pasado de las actuales Plazuelas: Barranca y Bolognesi, respectivamente. Las Historias contadas encierran un profundo acervo cultural y enlazan al lector con ese sentido de pertenencia a la tierra.
Gilberto Vásquez Angulo, periodista, autor del libro Historia del deporte iqueño,  trabajó muchos años en la Voz de Ica, es un narrador, ameno, cuidadoso e imaginativo, que ha rescatado las tradiciones urbanas iqueñas, haciendo una valiosa labor en el plano de formación del sentimiento de iqueñidad.

2.2.4. El Universo gráfico de las estampas iqueñas.

La obra de Víctor Pacheco Cabezudo (1912 – 2002), escultor, pintor, dibujante, promotor cultural, nos muestra la secuencia histórica de nuestra tierra. A mi modo de ver, solo este legado, (sin dejar de meritar la totalidad de su obra), es grandioso  porque permite dar un paseo por la historia de Ica, reconstruyéndola. No olvidemos que la obra artística es esencialmente creación y reconstrucción de realidades.
Incursionemos, señalando los títulos de algunas estampas, en ese mundo polivalente, para conocer la historia, la idiosincrasia, las costumbres, el paisaje, de la Ica de  todos los tiempos. He aquí un pequeño listado: El Inca y sus súbditos construyendo la Achirana (basada en la Tradición palmista: La Achirana del Inca). Fundación española de Ica (1563), Las casonas de la Ica colonial (diversos dibujos). Estampas relativas al momento de la independencia. Estampas alusivas a los primeros años de la república. Estampas que señalan costumbres y tradiciones iqueñas. Fray Ramón Rojas fajando Cerro Prieto. El tren Ica Pisco. Personajes pintorescos de Ica, y otras.
 Víctor Pacheco Cabezudo, creador  multifacético, ha historiado a través de sus Estampas Iqueñas, algo más de 1,000 dibujos a tinta china, el derrotero seguido por  el  hombre iqueño, para generar cultura y ha aportado grandemente –siguiendo línea palmista- en la construcción de iqueñidad. Nos ha ayudado a generar y/o fortalecer  nuestra identidad cultural iqueña, nuestro sentimiento y nuestra pasión de iqueñidad.

2.2.5. Poemas cardinales de iqueñidad.
Tal vez Ica sea la región que tienen en su haber una considerable cantidad de poemas que encierran un contenido telúrico. Entiendo que los poetas iqueños y foráneos, le cantan a Ica, inspirados en la herencia palmista en cuanto al cultivo del amor a la tierra que nos/les vio nacer. Anoto algunos títulos: Cantos Nazca de Antonio Maurial. Canto a Ica de Joel Muñoz. Fiesta del Huarango o del árbol en la vendimia de Jesús Cabel. Ica homenaje esencial de Augusto Escalante. Canto a Ica, Ica Surges e Ica, de Miguel Sevillano Díaz. Nazca,  de Manuel Pantigoso. El Gran Curaca de José Hidalgo. Ica Telúrica  de Augusto Rojas Gasco. El canto eterno del curaca, de José Vásquez Peña. En esa misma línea le han cantado a Ica, Orfelinda Herrera de Ángeles y Gerardo Pérez Fuentes.

2.2.6.  Ica en tus manos, la gran enciclopedia de Ica

La tesonera labor del escritor, historiador y periodista Rodolfo Chalco Cueto  ha fructificado, luego de largos años de investigación. La publicación de Ica en tus manos, de su autoría,  una voluminosa enciclopedia de más de ochocientas páginas, conteniendo información variopinta sobre Ica: Historia, Personajes, Música, Gastronomía y otras temáticas, ha significado el hito más importante en la formación de iqueñidad.
En sus páginas usted podrá encontrar en versión ampliada lo que ya se entregaba en su anterior libro: Historia de Ica:  información de lo más importante ocurrido en Ica a través de los siglos: los asoladores terremotos, las devastadoras inundaciones, los dramáticos acontecimientos bélicos, los despiadados incendios de pueblos enteros  y los crímenes que causaron conmoción. También encontrará la historia de los templos y de los hospitales de Ica, la biografía de los grandes personajes y el aniversario de creación de las instituciones educativas, deportivas, sociales, culturales, políticas y comerciales. Igualmente, la creación política de Ica y sus distritos, las festividades, la gastronomía, los atractivos turísticos y el significado de los vocablos comunes, entre ellos la palabra Ica

3.               Gestión cultural e  iqueñidad.

Un concierto de: instituciones culturales y  medios de comunicación (radios, televisoras, periódicos, revistas) han aparecido en estos tiempos en Ica  y vienen gestionando de manera admirable el panorama cultural iqueño.
Mencionamos, algunos de ellos, porque no es nuestro propósito estudiarlos sino señalarlos como expresión de auge de la gestión o el apoyo que le brindan a la iqueñidad. Sostengo que este fenómeno se debe a la toma de conciencia en torno al rol que les compete y esta concienciación  se debe inocultablemente al avance de la necesidad de sacar adelante el fortalecimiento del sentimiento de apego al terruño, para que este vaya acorde con el desarrollo económico de la región.
A manera de recuento apuntamos  los principales exponentes de este quehacer de difusión de la iqueñidad y que según nuestra propuesta obedece en principal medida a la labor de forjador de la identidad cultural iqueña que ha cumplido Ricardo Palma, a través de su obra y de la continuidad que han ejercido sus continuadores imbuidos de esa  mística, conforme lo hemos sostenido.
Instituciones Culturales: Han cumplido, ese papel, El Patronato de Ica, La Biblioteca Abraham Valdelomar, Asociación Iqueñistas, historia y tradición. Ministerio de Cultura/Dirección Desconcentrada de Cultura Ica, que mantiene con regularidad los jueves culturales a cargo de Arnaldo Loayza.
Instituciones Literarias. La Asociación Regional de poetas y Artistas (ARPE-ICA) que preside el poeta Miguel Angel Sevillano Diaz y la Asociación Nacional de Escritores y  Artistas.
Periódicos como la Voz de Ica, que desde el año de su aparición 1918 asumió la defensa de la iqueñidad, hasta el día de la desaparición física. Ahora, continúa con esa labor en el plano virtual donde aún se mantiene; el diario La Opinión, fundado en 1923, vigente aún, cumple descollante  gestión en el proyecto de iqueñidad.
Este balance en torno a la fortaleza que ha adquirido el sentimiento de arraigo a Ica, nos lleva  a dar una mirada a los otros medio de comunicación.
Programas culturales, radiales y televisivos. En un lugar preponderante encontramos  al espacio Ica a través del tiempo que dirige el destacado escritor y periodista Rodolfo Chalco  Cueto. Se difunde todos los domingos durante tres horas  (10.am. a 1p.m.) por  Amauta Radio, la radio cultural de Ica, otro proyecto asumido con mucha fuerza por el escritor y poeta, Alberto Benavides Ganoza. Canelo Tv. Una televisora por facebook que viene destacando en este campo
A nivel de Revistas culturales, en esa misma dirección de generar iqueñidad, citamos a Horizontes Culturales que lidera César Pacheco Aquije y Duna Encantada; revistas que salieron en la década de los ochenta del siglo pasado y se mantienen en la brega.
Finalmente, en esta síntesis, mencionamos los medios virtuales. Destácase allí el Blog que se edita desde Lima: La Revista Cultural Digital ICArte que es un informativo cultural sobre la Región de Ica. Fundada y dirigida por la gestora cultural y artista visual iqueña, Cecilia Oré de Benllochpiquer.  Su objetivo fundamental es noticiar sobre la cultura iqueña, sus artistas, sus personajes y todo acontecimiento cultural de trascendencia en la región.
Existen otros blogs de importancia para el cultivo de  la iqueñidad. Los Señalamos: LA Historia de Ica, que dirige Genaro Mauricio Chanco Mendoza. Ica tierra del Sol Eterno, que dirige Arnaldo Angulo Ascama. La canción de silencio, jurachicoblogspot, que dirige Juan Ladislao Ramirez Chacaltana
El objetivo de brindar este panorama actual como corolario de mi investigación radica en destacar el avance del aspecto cultural en Ica y esencialmente la construcción de la iqueñidad.




[5] Paz, Octavio. Teatro de signos, Sección El arco y la lira. Editorial Fundamentos. Madrid, España, Tercera Edición 1984.
[6] Kymlicka, Will,  Ciudadanía Multicultural.: Ciudadanía multicultural. Paidós: Barcelona, España.  (1996) pág. 129.
[7] Hijar Hidalgo, Amilcar. Las tradiciones de Don Ricardo Palma en la construcción de la  peruanidad, en Aula Palma XIV. Pág. 419.  Universidad  Ricardo  Palma. Lima, Perú  2015
[8] Palma, Ricardo. Tradiciones Peruanas completas. Madrid.  España. Aguilar. 1964.
[9] Palma, Ricardo. Tradiciones Peruanas completas. Madrid. España. 1964
[10] Palma, Ricardo. Tradiciones  Peruanas completas. Madrid. España. 1964.
[11] Palma, Ricardo. Tradiciones  Peruanas completas. Madrid. España. 1964.
[12] Tomado de Cabel, Jesus. Ica en las tradiciones de Ricardo Palma. Editorial San Marcos. Lima. Perú 2008, pág. 12.
[13] Silva- Santisteban , Ricardo. Abraham Valdelomar Obras completas. Tomo IV. Ediciones Cope. Lima 2001. Pág.423. 
[14] VÁSQUEZ ÁNGULO, Gilberto  Pampas de Hanan y Santa Ana. Texto inédito.

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