Silvia Monroy Flores
Por Cecilia Oré
Gracias a la invitación del inventor Alfonso Passaro, quien recibió el cuarto premio por su invento “flotador multifuncional” en el X Concurso Nacional de Inventos organizado por INDECOPI, asistí hoy 7 de diciembre a la exhibición y ceremonia de premiación. Allí conocí casualmente a una inventora cuyo tríptico llamó rápidamente mi atención pues su presentación decía “Silvia Marleny Monroy Flores - Inventora - PISCO – PERU”. Silvia Monroy es odontóloga de profesión, y quedó seleccionada entre los 79 inventores que pudieron participar en la exhibición. El invento de Silvia es una crema que cura casi milagrosamente las heridas, soriasis, vitiligo, varices, hemorroides, quemaduras, etc. Silvia compartió su historia conmigo.
Historia de una Inventora
Estudié en el colegio primario República Argentina (ex Raquel Camero), y luego en los colegios secundarios Bandera del Perú y Santa Luisa de Marillac en Pisco. Aunque soy limeña de nacimiento, siempre me he sentido pisqueña, pues he vivido desde muy pequeña en Pisco. Recién vivo en Lima desde hace dos años pero viajo mucho a Pisco, ya que mis padres y hermanos viven en el distrito de Paracas, junto a la panamericana sur en un pueblo denominado Santa Cruz.
Fotografía : Cecilia Oré
Historia de una Inventora
Estudié en el colegio primario República Argentina (ex Raquel Camero), y luego en los colegios secundarios Bandera del Perú y Santa Luisa de Marillac en Pisco. Aunque soy limeña de nacimiento, siempre me he sentido pisqueña, pues he vivido desde muy pequeña en Pisco. Recién vivo en Lima desde hace dos años pero viajo mucho a Pisco, ya que mis padres y hermanos viven en el distrito de Paracas, junto a la panamericana sur en un pueblo denominado Santa Cruz.
Soy odontóloga de profesión, estudié en la Universidad San Luis Gonzaga de Ica - UNICA. Desde pequeña oía anécdotas acerca del uso de un ungüento en base a una planta medicinal y grasa animal que preparaba mi abuela materna. Siendo ya profesional, empecé a ensayar un ungüento, pero desconocía la técnica; así que decidí hacer mi propio procedimiento. Demoré casi un año diseñarlo, pero yo lo hacía de manera artesanal, necesitaba la asesoría de un entendido en la materia y fue así que como enviado del cielo conocí al Ing. Henry Ortega Gallegos, quien era especialista en el procesamiento de alimentos. Fue él quien diseño y mandó a construir las maquinas para un piloto.
Concluída la investigación realicé ensayos en animales antes de pasar a usar estas sustancias en personas, sin registrar reacciones adversas. Muchos se han beneficiado con esta preparación de manera gratuita o pagando solo su costo.
En este camino hubieron muchos que se negaron a darme su apoyo, pero también quienes me lo dieron de manera desinteresada, como ha sido el médico oncólogo Julio Mendoza Valdivieso, iqueño que trabaja para el Seguro de Ica y catedrático en la Facultad de Medicina de la UNICA. Fue él quien consiguió los primeros pacientes y los casos más difíciles de tratar.
Concluída la investigación realicé ensayos en animales antes de pasar a usar estas sustancias en personas, sin registrar reacciones adversas. Muchos se han beneficiado con esta preparación de manera gratuita o pagando solo su costo.
En este camino hubieron muchos que se negaron a darme su apoyo, pero también quienes me lo dieron de manera desinteresada, como ha sido el médico oncólogo Julio Mendoza Valdivieso, iqueño que trabaja para el Seguro de Ica y catedrático en la Facultad de Medicina de la UNICA. Fue él quien consiguió los primeros pacientes y los casos más difíciles de tratar.
En el 2007, después del terremoto en Pisco recibí el apoyo del Dr. Manuel Puente, médico fisiatra, integrante de la primera brigada de médicos cubanos que llegaron a atender a la población pisqueña, él permitió que el unguento que preparo, sea parte de la curación de sus pacientes, esto lo hizo después de probarlo en él mismo. En el terremoto también se cayó la casa donde yo vivía y perdí parte de mi consultorio. La otra parte me la robaron.
Cuando estuve segura de los magníficos resultados de mis preparados a base de plantas es que decidí patentarlos. Ha sido muy difícil el camino, he sabido sobreponerme a un sinfín de problemas, pero he aprendido que es muy cierta aquella frase que dice QUERER ES PODER.
Silvia Monroy todavía continuará luchando por abrirse camino y dar a conocer a la población sus investigaciones. Es un ejemplo de perseverancia que tenemos que saber valorar y apoyar si está a nuestro alcance.
Silvia Monroy todavía continuará luchando por abrirse camino y dar a conocer a la población sus investigaciones. Es un ejemplo de perseverancia que tenemos que saber valorar y apoyar si está a nuestro alcance.
Fotografía : Cecilia Oré
Silvia Monroy - e-mail: peruhampi@hotmail.com