13 noviembre 2013

Región Ica: ¿Crecimiento económico vs. desarrollo social?

Por Cecilia Oré

Ica es el departamento con mayor crecimiento en el país. La Agencia Peruana de Noticias publicó hace dos días:

"La Cámara Nacional de Comercio, Producción y Servicios (Perucámaras) estimó hoy el crecimiento económico de la Macro Región Centro sería de 5.2 por ciento al cierre del año, y los departamentos de mayor expansión serían Ica, Ayacucho y Apurimac.
El CIE (Centro de Investigación Empresarial) estima que Ica será el departamento con mayor crecimiento (7.6 por ciento) impulsado por actividades como la manufactura, agricultura, caza y silvicultura, construcción, otros servicios, y comercio. Le siguen transportes y comunicaciones y minería".



Como iqueña, al leer esta noticia mi primera reacción es muy positiva pero inmediatamente reflexiono. Es verdad. Estas cifras son más que alentadoras, si es que creemos que una población evoluciona y prospera, sólo por su mayor producción y crecimiento empresarial. Se están olvidando trabajar al mismo ritmo en un aspecto muy importante que me permito comentarles.


Ica sigue creciendo económicamente. Pero... ¿este crecimiento económico se trasluce en los hogares de la región? Vemos edificaciones nuevas, grandes centros comerciales recién inaugurados, nuevas pistas y numerosas canchitas deportivas en las comunidades periféricas a la capital del departamento. Pero qué está sucediendo con las personas, los pobladores de a pie, los niños y jóvenes. ¿Viven mejor? ¿Se están educando mejor? ¿Tienen mayor acceso a la cultura y a las artes? ¿tienen una solida identidad cultural? Puedo afirmar que NO. 

Para que llegue un beneficio real a los pobladores de la Región Ica es necesario tener muy en cuenta el aspecto educativo y cultural. A decir verdad, sólo basta echar una mirada y tenemos que admitir que existe un gran atraso social, no acorde con el crecimiento económico anunciado. 

En esta reflexión debo mencionar aspectos positivos como la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica y su Centro Cultural, espacio que brinda un programa cultural contínuo desde hace dos años, aunque sus horarios no cubren fines de semana todavía. La Biblioteca Abraham Valdelomar de Huacachina con aportes culturales que llegan directamente a niños y jóvenes iqueños, convertida en un centro del conocimiento muy frecuentado y una entidad que fomenta la lectura editando excelentes libros que llegan a manos de muchos escolares. La Reserva Nacional de Paracas y su centro de interpretación que promueve acertadamente nuestra riqueza natural. El Proyecto arqueológico Cahuachi y el Museo Antonini dirigido por Giuseppe Orefici, que con sus hallazgos nos ha proporcionado no sólo el conocimiento de un pasado invalorable sino también ha dado motivos suficientes para que los turistas no se limiten a sobrevolar las famosas "Lineas" sino también quieran visitar el impresionante centro ceremonial de Cahuachi. Por último están las intermitentes iniciativas culturales de algunos municipios provinciales como el de Pisco, logrando la participación de un sector de su población. Pero la Región Ica necesita mucho más. 

Se necesita trabajar con mayor énfasis en cultura y educación basándose en proyectos bien estructurados que fomenten la identidad cultural regional. 
En primer lugar tanto ciudadanos, instituciones civiles como autoridades del Estado deben dar este paso: el reconocimiento de que la cultura y la educación son necesidades prioritarias y asumir un compromiso real para que Ica también tenga un notable desarrollo social y un futuro prometedor para las generaciones venideras. 

Las culturas milenarias Paracas y Nasca son admiradas y conocidas en todo el orbe y nuestra región no cuenta con museos acorde a la grandeza de nuestro pasado histórico. El Museo Regional se mantiene con penurias económicas y el Ministerio de Cultura monitorea desde Lima el futuro cultural de la región sólo a través de papeles que van y vienen.

Ica no cuenta con un teatro. El mejor y más grande escenario de la región para las pocos exponentes de las artes escénicas que se aventuran a presentarse, como ballet, danzas o conciertos, se dan en un espacio hecho para deportes que es el coliseo cerrado, con pésima acústica y otras limitaciones. Esto obliga a los espectadores a seguir resignándose a asistir a una función mediocre y no por culpa de los artistas. 

A Ica le faltan más bibliotecas y centros culturales que brinden formación y servicios culturales. Faltan salas de cine club donde apreciar el verdadero arte audiovisual, el cine de autor. Nuestros jóvenes necesitan ver arte y calidad y alejarse del esperpento hollywoodense, que a decir verdad es el más grande y millonario depredador cultural que existe. Los adolescentes quieren hablar, cantar, bailar, vestir y vivir como los personajes de la pantalla grande así sea la peor basura lo que se muestre allí. 

La ciudad de Ica tiene sólo una galería de arte gracias al Centro Cultural de la UNICA y una pequeña sala de exposiciones de la Escuela de Bellas Artes que carece de acondicionamientos indispensables como servicios higiénicos e ingreso apropiados. Estos espacios no son suficientes para la cantidad de artistas plásticos y visuales que viven en la ciudad. 
Puedo asegurar que en las demás provincias, si oímos hablar de alguna galería o sala de exposiciones, le llaman así a algún espacio multiusos que no cumple con los requisitos de iluminación, personal ni horarios de atención necesarios para funcionar adecuadamente. 
Algunos artistas plásticos acceden a los permisos esporádicos del municipio para exponer sus obras en la vía pública lo cual deforma el concepto del arte y el buen trato que merece un artista. 

La Municipalidad Provincial de Ica no tiene una Casa de la Cultura ni está entre sus prioridades tenerla. Este pedido se viene haciendo por años a través de las pequeñas asociaciones culturales existentes y no pasa nada. En otras provincias si es que tienen Casa de la Cultura, enfrentan carencias tan significativas que la gente en lugar de sentir respeto hacia la cultura se muestra indiferente. 

El único entretenimiento fuera de casa que tienen las familias iqueñas los fines de semana es ir a los grandes almacenes a comprar o visitar algún restaurante campestre, en el peor de los casos, libando alcohol. No hay espacios para disfrutar en familia del teatro, música, cuentos, títeres, lectura, etc. 

Hacen falta generar políticas culturales en los gobiernos locales y regionales, hacen falta convocar a las personas especializadas, pues si los que ignoran qué es trabajar en cultura son asignados para realizar esas tareas, sus resultados serán deplorables. Es como dejarle el volante a un ciego. Se va a estrellar apenas pise el acelerador. 

Hacen falta instituciones, asociaciones, grupos civiles organizados con un verdadero poder de convocatoria y representatividad. Muchas veces por ridículas rencillas las pequeñas asociaciones se debilitan y siguen subsistiendo por años con 3 o 4 asociados, limitándose sólo a figurar y ganar reconocimientos personales. En el reino de los ciegos el tuerto es rey. 

El desarrollo económico de los últimos años, nos auguraban tiempos de bonanza y un evidente beneficio social para toda la comunidad iqueña, sin embargo la poca representatividad, coordinación y fuerza de las instituciones responsables, sumado a la petulancia, y total indiferencia en el tema cultural y educativo de ciertas autoridades nos deja totalmente atónitos, presintiendo un futuro pavoroso donde en pocos años reinará la delincuencia, el pandillaje, aumentarán la drogadicción y el alcoholismo con todas las lacras que estas conllevan; nuestros niños y jóvenes serán más ignorantes y habrán perdido cualquier vestigio de identidad cultural. 

Lo más importante de todo es que usted, que está leyendo esta humilde opinión, asuma su responsabilidad como iqueño o como residente en esta hermosa región del sur. Participe, actúe y no deje en manos de cualquier improvisado el futuro de nuestra tierra. Todos los iqueños vivamos o no allí, tenemos un compromiso y una responsabilidad sobre el futuro de nuestra región. 

Iqueños, chinchanos, palpeños, pisqueños y nasqueños, no señalemos a las autoridades como únicos responsables. Nosotros también tenemos una gran responsabilidad de todo lo que ocurre en nuestra tierra, por lo tanto actuemos y forjemos el futuro que deseamos. Podemos lograr que Ica se desarrolle al ritmo que lo están haciendo las empresas que están ubicadas en nuestra región. Hagamos que estas prósperas firmas tengan una responsabilidad social en cultura, invitémoslas a ser parte del verdadero desarrollo iqueño en que cada familia, cada joven, cada niño perciba el verdadero crecimiento de su tierra. Comprometámonos nosotros mismos en ser partícipes de una región iqueña abierta a la cultura donde prime la educación y la identidad cultural.