28 abril 2019

Google conmemora con doodle los 131 años del nacimiento de Abraham Valdelomar


El viernes 27 de abril Google, el buscador más utilizado en el mundo, le dedicó un doodle (una alteración temporal del logotipo en la página principal de Google por un acontecimiento o memoria de personaje muy importanteal notable escritor iqueño Abraham Valdelomar, al conmemorarse el 131 aniversario de su nacimiento. Considerado uno de los forjadores de la literatura contemporánea, la imagen del escritor tiene como alcance los países de Perú, Chile y Argentina, lugares en donde Valdelomar contó con gran difusión para sus cuentos.
Vale resaltar la importancia del referido personaje iqueño en el Perú, cuya imagen también está impresa en los billetes de 50 soles. 

Pedro Abraham Valdelomar Pinto 
Nació en Ica el 27 de Abril de 1888. Falleció en Ayacucho el 3 de noviembre de 1919, a la temprana edad de 31 años, después de un fatídico accidente. 

Fue el sexto hijo de Anfiloquio Valdelomar Fajardo y de María Carolina de la Asunción Pinto Bardales. Hasta los cuatro años de edad vivió en una pequeña casa en la Calle Arequipa # 286 - Ica.​ El terremoto del año 2007 provocó el derrumbe completo de la casa.

En 1892 se trasladó con su familia al puerto de Pisco, donde su padre encontró trabajo como empleado de la aduana. Allí empezó sus estudios primarios. Las experiencias de su infancia, vinculada al mar y al campo, influyeron decisivamente en su obra. En 1899 se trasladó a Chincha donde concluyó su educación primaria.

En 1900 viajó a Lima donde estudió la secundaria en el Colegio Guadalupe; allí fundó y dirigió un periódico escolar: La Idea Guadalupana (1903). En 1904 concluyó sus estudios secundarios y durante unos meses desempeñó el puesto de archivero en la Inspección Municipal de Educación de Chincha.

En 1905 ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Sin embargo, dejó las clases al año siguiente para trabajar como dibujante de revistas como Aplausos y silbidos, Monos y Monadas, Fray KBzón, Actualidades, Cinema y Gil Blas. Luego desplegó su talento literario que fue acogido por diarios y revistas. Sus primeros versos, de estilo modernista, los publicó la revista Contemporáneos (1909); sus primeros cuentos aparecieron en 1910 en Variedades y Balnearios.

Valdelomar fue un escritor completo pues abarcó prácticamente todos los géneros literarios conocidos. Sin embargo, lo mejor de su creación ficticia se concentra en el campo de la narrativa cuentística. Sus cuentos se publicaron en revistas y periódicos de la época, y él mismo los organizó en dos libros: El caballero Carmelo (Lima, 1918) y Los hijos del Sol (póstumo, Lima,1921). En ellos se encuentran los primeros testimonios del cuento neocriollo peruano, de rasgos postmodernistas, que marcaron el punto de partida de la narrativa moderna del Perú. En el cuento El caballero Carmelo, que da nombre a su primer libro de cuentos, se utiliza un vocabulario arcaico y una retórica propia de las novelas de caballerías para narrar la triste historia de un gallo de pelea, relato nostálgico ambientado en Pisco, durante la infancia del autor. En Los hijos del Sol, busca su inspiración en el pasado histórico del Perú, remontándose a la época de los incas.

Su poesía también es notable por su evolución singular del modernismo al postmodernismo, teniendo incluso atisbos geniales de vanguardismo. Aquella es de una sensibilidad lírica extraordinaria que tiene como máxima expresión la de ser un vuelco hacia su interioridad. Pero esta interioridad debe entenderse como una expresión directa e íntima (por tanto, creativa) de la realidad. Esta poesía tiene como ejemplos fulgurantes a Tristitia y El hermano ausente en la cena de Pascua, los cuales presentan a su autor como un poeta dulce, tierno y profundo, saturado de paisaje, de hogar y de tristeza. Es imposible no relacionar su poesía con la de su compatriota César Vallejo, sobre todo con el primer poemario de éste, "Los Heraldos Negros", y en especial la sección "Las canciones del hogar", en que el tema familiar, asumido con amorosa filiación a la vez de hijo y hermano, emparentan estrechamente sus poéticas. De hecho Vallejo admiraba vivamente a Valdelomar, que era mayor que él, al punto de que lo entrevistó cuando llegó a Lima e incluso le pidió que prologara "Los Heraldos Negros" lo que nunca llegó a concretarse.