Por Cecilia Oré
Fue una pesadilla ver hace unos días a la autoridad edil de Ica liderando a un grupete bullicioso, exigiéndole al Ministerio de Cultura autorizar la demolición del único tercio de estructura del Santuario del Señor de Luren que quedó en pie, no por culpa del trágico terremoto del año 2007, sino derruido posteriormente junto a sus glorietas y bancas que lo rodeaban, por la mano de traicioneros intereses negados al patrimonio.
Fue una pesadilla ver hace unos días a la autoridad edil de Ica liderando a un grupete bullicioso, exigiéndole al Ministerio de Cultura autorizar la demolición del único tercio de estructura del Santuario del Señor de Luren que quedó en pie, no por culpa del trágico terremoto del año 2007, sino derruido posteriormente junto a sus glorietas y bancas que lo rodeaban, por la mano de traicioneros intereses negados al patrimonio.
Confieso que para mí es vergonzoso, descubrir iqueños instruidos, profesionales, que sienten
un gran desprecio por el patrimonio arquitectónico de su ciudad, y
manifiestan estar de acuerdo con la demolición total del histórico
santuario para que se construya un templo más grande y supuestamente
más seguro, en resumen: diferente. Pero es más terrible tener que aceptar que las autoridades que llevan las riendas de la ciudad no tienen formación con respecto a temas culturales.
Esta historia no es nueva, se repite el desdén por el
pasado, por la cultura, por la tradición. El libro del recordado Dr. Raúl Sotil
Galindo titulado: CENTRO HISTÓRICO DE ICA, LO QUE PERDIÓ ICA, ANTES,
DURANTE Y DESPUÉS DEL TERREMOTO DE AGOSTO DEL 2007, reúne una valiosa
información sobre antiguas edificaciones, muchas de ellas ligadas a
instituciones importantes o personajes históricos, que se han perdido por
desidia e ignorancia.
Luego del terremoto, sucedieron varias pugnas entre
las autoridades eclesiásticas y ediles de Ica, enfrentados con los defensores
del Santuario de Luren y su restauración.
En el año 2010, el arquitecto Víctor Pimentel
Gurmendi, considerado una autoridad a nivel internacional sobre restauración
monumental me manifestó en un tono entre ruego y amonestación: ¡No permitas la
demolición de la iglesia del Señor de Luren!
Mis escritos, casi denuncias, en apoyo al comité de
Salvemos Luren, la cadena humana por Luren que reunió a numerosos iqueños conscientes
de su patrimonio, y toda acción a favor de la concientización sobre la importancia del patrimonio, le hicieron cosquillas a los alcaldes de turno y no causó
ningún efecto en la adormecida población. Luego de casi 9 años después del terremoto, el templo sigue caído y no se inicia su recuperación.
Cuando viajo a otras ciudades como Trujillo, Arequipa,
Cusco, me deleito con el paisaje arquitectónico, me detengo a admirarlo y en
silencio agradezco la determinación de las autoridades de turno que preservaron sus
monumentos históricos. Una ciudad sin ellos es un pueblo negado a su historia,
carente de personalidad.
La arquitecta Ana María
Ortiz de Zevallos refiere en el prólogo sobre el libro del Dr. Sotil editado en el 2009: "…
completa recopilación con fotografías y apuntes incluídos, de los inmuebles de
calidad arquitectónica que se han perdido de manera reciente en Ica y su centro
histórico ya sea por el terremoto del 2007, por la mala gestión de las
autoridades y falta de coordinación entre las mismas… o, por conveniencia de
los propietarios que amparándose en el terremoto, los echaron abajo.”
No es difícil hallar motivos de tanta pérdida
monumental en Ica ciudad, que ha crecido sin planeamiento urbano, que depredó
el encantador camino a Huacachina para convertirlo en un desordenado camino terroso,
sin verdor ni bellos arboles; un pueblo que permitió desaparezca
por completo la casa de un personaje iqueño considerado una de las mentes más
brillantes del Perú, como es el reconocido escritor Abraham Valdelomar.
El Dr. Sotil lo expresa:
“Los
que toman las decisiones en Ica son muchas veces gente foránea, además de ineptos
e improvisados en estos menesteres, y que por tanto carecen de identificación
histórica de Ica Ciudad.”
El Dr. Sotil nos exhorta a reflexionar sobre el templo de Luren:
“…hay una profunda discrepancia, mientras la feligresía
aboga por su restauración las autoridades eclesiásticas proponen su demolición
y la construcción de un templo nuevo y más amplio. En sucesivos fórums
públicos, arquitectos especialistas en restauraciones han sostenido que el
templo puede ser restaurado, ya que la mayor parte de sus estructuras están en
buen estado”
Confío en la determinación de las actuales autoridades del Ministerio de Cultura para proteger el Santuario del Señor de Luren, o lo poco que queda de él. No cederán ante las absurdas manifestaciones que provienen de aquellos que ignoran el valor y el poderoso atractivo que poseen los monumentos arquitectónicos cuyas paredes o estructuras albergan largos años de historia de nuestra tierra. Un templo nuevo sería el monumento a la ignorancia y la dejadez de un pueblo aletargado y sin personalidad. Un templo restaurado, y fiel al original, sería el mejor testimonio de amor a nuestro patrimonio y nuestra historia.
foto de internet
TEMPLO DE LUREN ANTES DEL TERREMOTO DEL 2007
foto de internet
TEMPLO DEL SEÑOR DE LUREN LUEGO DE TERREMOTO
foto de internet.
PESE A LAS ACCIONES POR PROTEGER EL TEMPLO SE DISPUSO DEMOLER CASI EL 70% POR SEGURIDAD. QUEDANDO EXPUESTA EL AREA DEL DOMO, CONVERTIDA EN UN GIGANTESCO PALOMAR.
FOTO: CECILIA ORE
ESTO QUEDO EN PIE LUEGO DEL SISMO, PERO FUE DERRUIDO CON MIRAS A CONSTRUIR UN TEMPLO MAS GRANDE