Desde el día 11 hasta el 14 del presente mes de Septiembre, se llevó a cabo entre los desiertos de Ica y Pisco la competencia automovilística “Dakar Series 2014”, evento promovido por la internacional “Amaury Sport Organization” y aprobada por el propio gobierno peruano, y que una vez más se ha convertido en un grave atentado contra los geoglifos que se encuentran dispersos en esta parte del departamento de Ica.
Como ya se ha mencionado en otras oportunidades, la presencia de geoglifos Nascas y Paracas de 2000 a 2500 años de antigüedad no se limita solamente al área de la provincia de Nasca (como muchos creen), pues existen decenas de otros geoglifos que se encuentran dispersos en diferentes sectores de la región como Pozo Santo, Ocucaje, Pampa los Médanos, etc. los cuales ya han sufrido graves daños provocados por otras competencias automovilistas como el Rally Dakar 2013, Dakar Series 2013 y el reciente Raid de Ica.
Oficialmente el Ministerio de Cultura y los organizadores del evento aseguran que siempre se toman las medidas del caso para proteger el “Patrimonio Cultural y de la Humanidad”, pero la realidad es muy distinta, pues como se puede ver en los enlaces anteriores, los daños producidos a estos restos arqueológicos milenarios son bastante graves y las imágenes así lo demuestran, dejando dilucidar que en verdad no se están tomando las medidas de protección del caso pues de ser así las rutas de recorrido no pasarían cerca, ni mucho menos, sobre las zonas con presencia de geoglifos.
Recordemos también que el peligro no sólo lo constituyen los vehículos en competencia, sino también la enorme cantidad de autos de aficionados y público en general que se congrega al desierto atraídos por el evento, motivo por el cual basta aplicar el sentido común para darnos cuenta que el desierto de Ica debido a su gran cantidad de geoglifos y restos arqueológicos, no es una zona apta para realizar carreras de vehículos motorizados, pues va a ser inevitable se produzcan daños irreparables sobre el legado histórico dejado por nuestros antepasados, y que hoy, lejos de protegerlos y sean motivo para consolidar nuestra identidad como iqueños, preferimos exponerlos ante absurdas competencias extranjeras que a su paso sólo dejan daños, destrucción y contaminación.
De una vez tomemos conciencia sobre este tema, y como peruanos y sobre todo como iqueños alcemos nuestra voz de protesta para que se detenga esta barbarie que se está cometiendo contra nuestros geoglifos, los cuales hacen única y distinguen a nivel mundial a la Región Ica y en general a todo el Perú. Nuestras culturas Nasca y Paracas se encargaron de hacerlas, hoy nos corresponde a nosotros descubrirlas y ayudar en su conservación.