29 abril 2021

Torre mirador de la pampa de Nasca reabre al público

 


La torre mirador de la pampa de Nasca se encuentra en el kilómetro 424 de la carretera Panamericana Sur, en el distrito de Ingenio.


Se podrá hacer recorridos en grupos de hasta ocho personas y previa reserva

Luego de más de un año de permanecer cerrada por la pandemia del covid-19, el 26 de abril reabrió la nueva torre metálica instalada en la pampa de Nasca, región Ica, desde donde se puede observar varios geoglifos figurativos (sapo, árbol y lagartija) y geométricos, además de observar toda la inmensidad del área.
La torre mirador de la pampa de Nasca se encuentra en el kilómetro 424 de la carretera Panamericana Sur, en el distrito de Ingenio. Brinda al visitante una plataforma de observación moderna, segura y cómoda para el avistamiento, desde una altura de 20 metros, de tres de las figuras más emblemáticas (árbol, mano o rana y lagartija). Además de dos de otras líneas y campos barridos en el extenso territorio.

La atención al público es de lunes a sábado, entre las 08:00 y las 17:00 horas; las visitas son libres y para poder ingresar se deberá contar con una reserva. Para ello, deberán llamar al 9589-13362 o escribir un correo a rvilca@cultura.gob.pe. En caso de las visitas en grupos, estos deberán contar con un máximo de ocho personas.


La torre mirador de las Líneas y Geoglifos de la Pampa de Nasca fue inaugurada el 4 de febrero del 2020. Estuvo abierta al público hasta el domingo 15 de marzo y el 16 de marzo se cerró la debido a la cuarentena que dispuso el Gobierno por la pandemia del covid 19; tras aprobarse el plan de vigilancia se reabrió el 26 de abril.


Patrimonio mundial
Las  Líneas y Geoglifos de la Pampa de Nasca conforman un bien inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en 1994 y son una de las más extraordinarias e inigualables obras del hombre.
Conforman un paisaje cultural con profundo significado y simbolismo, pues expresan el mundo mágico y religioso de las sociedades prehispánicas Paracas y Nasca, que durante más de 1,500 años las dibujaron sobre las arenas del desierto y las montañas. Son testimonio del genio creativo de los antiguos pobladores americanos, y de los singulares conceptos y formas de expresión religiosa que desarrollaron a lo largo de su historia. 

FUENTE: ANDINA