23 septiembre 2013

Arte de Chincha en el filme SIGO SIENDO





Por Cecilia Oré
En las ultimas semanas tuvimos en cartelera una gran película peruana dirigida por Javier Corcuera. Tuve la suerte de verla dos veces y emocionarme igualmente en ambas, el sonido de primera, tiene un buen guión que cautiva a todos y una excelente fotografía . Los medios de comunicación no le han dado ni la mitad de difusión que tuvo el film Asu Mare. Sólo dos salas de cine en Lima han mantenido la película en cartelera por varias semanas. No saben lo que se han perdido los que no la vieron.
Sigo siendo (Kachkaniraqmi) es una película que hace vibrar las fibras más hondas de nuestra peruanidad. Nos susurra la voz de José María Arguedas con su canto lloroso; Roni Wano, cantante shipiba, nos transporta a otra dimensión donde el hombre no olvida que se debe al lugar donde abrió los ojos por primera vez. Los violines nos conducen a descubrir las historias de quienes los tocan; el arpa, charango, cajón o guitarra están atados al sentir auténtico de ser parte de esta gran familia que es el Perú.
En este film intervienen artistas desconocidos para algunos y grandes figuras de la música nuestra, pero la emoción más intensa la sentí en los primeros minutos de la película, cuando aparece Chincha, tan bien representada por Amador Ballumbrosio. 
Con mucha sencillez y profundo sentimiento en sus palabras, Camilo Ballumbrosio recuerda al padre, su zapateo, su enigmática alegría musical que trascendió los límites de El Carmen convirtiéndose en un referente del arte afrodescendiente en el Perú. Así algunos quieran negarlo la música y danzas que identifican a la región iqueña son las que nacieron en Chincha.