18 agosto 2013

Concurso de Cometas de caña y papel en Huacachina


Por Cecilia Oré

La Cometa, ese juguete casi mágico capaz de volar entre nubes tiene un origen muy antiguo (más de 2,500 años en China) y es muy querido por todos. Es una práctica sana  e ideal para desarrollar la creatividad y el gusto de trabajar con las propias manos.
Hoy en día, salir a espacios abiertos con buenos vientos para volar cometas, es un entretenimiento capaz de reunir a miles de personas en los festivales que se realizan alrededor del mundo.

Para los que gozamos tener casi a diario juegos al aire libre cuando niños, una cometa significa hacer memoria de  jubilosos días de infancia. Recuerdo que no era nada difícil construir la clásica romboide. Era necesario conseguir algunas monedas para comprar papel “cometa” de los colores preferidos y luego unos palillos de caña para armar una cruz atada con pita de algodón y fijarla bordeándola con amarres.  Buscaba el engrudo para pegar en el armazón los papelillos de colores cortados. Y para darle el toque final le pedía a la abuela o a la mamá unos retazos de tela para la cola de la cometa. Una vez seca y lista ¡a correr y a volaaarrrr!!
¡Que bellos recuerdos¡

Este concurso no sólo nos regalará un colorido espectáculo en el Balneario de Huacachina, sino que se dará oportunidad a los niños de tener la experiencia que nosotros tanto atesoramos. Y a los más grandes… a volcar toda su creatividad en hermosos aerodinos que contrastarán con las cálidas arenas y celestes aires.

Celebro esta iniciativa de la Biblioteca Abraham Valdelomar e invito a todos los iqueños a participar de un especial día con el “Tayta Wayra”.